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lunes, 11 de abril de 2011

Beata Pierina Morosini (Abril 12)

Virgen y mártir de la Orden Franciscana seglar (1931‑1957). Beatificada por Juan Pablo II el 4 de octubre de 1987.

Hija mayor de los esposos Roque Morosini y Sara Noris, nació en Fiobbio, diócesis y provincia de Bérgamo, el 7 de enero de 1931. Educada cristianamente por sus padres, y en especial por su madre. Hizo sus estudios primarios con buenos resultados, pero, debido a la pobreza de la familia, que necesitaba de su trabajo, aprendió el oficio de la costura, y a la edad de quince años se colocó a trabajar en la fábrica de confecciones Honeger de Albino. Allí iba todos los días a pie, con la alegría de ser útil a los suyos. En el ambiente de trabajo se distinguió siempre por su diligencia y cortesía, su espíritu reservado, su fe y caridad, de modo que se ganó la estima y el respeto de los directivos y de sus compañeros de trabajo, a quienes edificaba con su ejemplo. Inscrita en la Juventud Femenina de la Acción Católica participó en la peregrinación a Roma para la beatificación de María Goretti (27.04.1947); fue el único viaje que realizó en su vida. Se empeñó activamente en todas las obras parroquiales, especialmente como celadora del seminario y de las Misiones. Cada mañana antes de ir al trabajo se acercaba a la mesa eucarística y mientras iba al trabajo o regresaba del mismo, rezaba siempre el Rosario.
Como de costumbre, el 4 de abril de 1957 había comenzado oportunamente su actividad acostumbrada. En las primeras horas de la tarde, mientras regresaba de Albino a su casa, en un lugar solitario fue abordada por un joven que no le ocultó sus torpes propósitos. Pierina trató de hacerle entender la gravedad de sus intenciones y le opuso una fuerte resistencia. Fue inútil. Agredida, se defendió con todas sus fuerzas. Herida mortalmente en la nuca con una piedra repetidas veces, siguió pronunciando palabras de fe y de heroico perdón, hasta que entró en un coma irreversible. Hallada más tarde en el lugar de su martirio, fue llevada al hospital de Bérgamo, donde, sin volver en sí, falleció el 6 de abril siguiente. Tenía 26 años de edad. El cirujano que la visitó en el hospital, inmediatamente exclamó: «Tenemos una nueva María Goretti» y cuantos conocían su bondad y rectitud, de inmediato la consideraron mártir. Beatificada por el Papa Juan Pablo II el 4 de octubre de 1987. La Beata Pierina ofrece un sendero luminoso para todos los que sienten la fascinación de los retos del evangelio.

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